domingo, febrero 25, 2007

Los carnavales
La belleza de lo auténtico, trasformación al mal gusto.



Los carnavales de Febrero, esa gran fiesta que a algunos fascina y literalmente vuelve locos.

Esta fiesta, antigua tradición veneciana, de belleza y de un misterio etéreo con sus máscaras y trajes de época, nos llevan a imaginar un mundo literario, novelesco, fuera de toda duda es una fiesta fascinante, con sus bailes de mascaras y el respeto por la pareja de baile, el misterio de la identidad bajo el disfraz de dama veneciana...la unión del pasado con la época moderna...pero,¿que esta ocurriendo con esta maravillosa fiesta?.

Cada vez que veo en la televisión u en los periódicos las noticias sobre el carnaval, prefiero apagarla o cambiar de canal. El mal gusto al que estamos acostumbrados ya raya en lo absurdo. En vez de trajes bellos, bailes elegantes y volátiles tenemos en la parrilla a mujeres casi desnudas, por no decir completamente, con bailes obscenos y que más bien se han inventado para el deleite visual de hombres con la baba colgando.

La verdad, es que el carnaval de Brasil no tiene ni punto de comparación con el bello carnaval de Venecia, y, por ejemplo en nuestra geografía la mayoría de las celebraciones carnavalescas son manifestaciones de locura e intento de des-estrés, cosa que veo bien, aunque la exageración de la gente, sobretodo con la sardina, es de autentica risa. En Canarias, otro que tal baila, imitación del carnaval de Brasil, manifestación de mal gusto y visión de la mujer como objeto sexual. Este año, por ejemplo, el carnaval de Canarias fue tachado de horrendo hasta por los mismos Canarios.

En vez de ir con bellos trajes, van con bellos trapitos,"no deben tener presupuesto suficiente!!",bailes con intento de subir la temperatura y sin ninguna belleza ni talento en los pasos. Mover las caderas al ritmo de esa música infernal no debe ser sano y menos llevar esos trajes que parecen sacados de Atrezzo para una película.

Es increíble como ha evolucionado la belleza del carnaval veneciano a esa fiesta de mujeres enseñando vergüenzas sin ninguna remordimiento.

Mi opinión es que la bella fiesta que era el carnaval, se ha trasformado en una sucesión de placeres que para mi no son nada llamativos, la locura y el desnudo, junto con bailes extremos y de deleite varonil, algo que para mi simboliza una vergüenza autentica.

Pasárselo bien y disfrazarse me parece adecuado, aunque en estos tiempos se ha convertido en una excusa más para beber, hacer locuras, y quien sabe que más barbaridades con el simple argumento de: -"es carnaval!!! hay que disfrutar!!!".

En que momento, señores,¿quedó atrás la belleza de la fiesta italiana?...no lo sé, pero por mi, no haré participe de semejante celebración fuera de contexto...así que, solo queda ir de viaje a Venecia, espero que dure su belleza lo suficiente para poder contemplarla y no sufra una evolución de este mal gusto, que ya se esta volviendo una odiosa rutina.






2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho esa reflexión.
Yo he estado en los carnavales de Venecia y no tienen ni punto de comparación, la gente lo vive con otra energía, los vestidos son elegantes y la gente va vestida como muestras en las 2 primeras fotografías... da gusto de verlo, es una preciosidad. Y sobre todo... "la mayoría van vestidos"!!

Como todo en esta vida, las religiones, costumbres, gustos... siempre son copiados e interpretados "a su manera" por otros países o culturas diferentes, y en este caso, la fiesta del carnaval no iba a ser menos.
El resultado es el que nos haces ver, países usando la tradición veneciana y saltándose como quieren los valores fundamentales de su carnaval, con gente semi-desnuda, la mayoría solo expectantes del evento y sin disfrazarse, etc...

No obstante, estoy a favor de que la gente se divierta y se realicen carnavales por el mundo (aunque no tengan la magia de Venecia y sus valores), lo que ya no veo tan normal es que se aproveche tales fiestas para que la gente se valla de cachondeo realizando botellones, se ponga de droga hasta el culo, o directamente se presente a los carnavales (como la amplia mayoría) sin ni siquiera un simple disfraz de 5 euros.
Sinceramente, y hablando mas concretamente de España, aquí el interés por los carnavales es paupérrimo... (refiriéndome a los porcentajes de personas que van a verlo, sin referirme a los que van vestidos siquiera). Yo creo que los ayuntamientos deben de tener algún tipo de beneficio que desconozco y por eso los celebran, porque sino lo veo una tontería, porque en resumidas cuentas solo son 4 monos vestidos en plan cabalgata de reyes y un montón de gente mirando, una lastima si lo comparamos a los carnavales originales (y los de otros países).

Un saludo de Dani de Acuario, señorita Iluni.

Enrique P. Mesa García dijo...

me parece que hay una cntradicción. Si los carnavales son algo es esa cierta locura, de ahí su origen. Reglamentarlos en aras de la estética sería traicionarlos.